Un firewall permite establecer políticas de acceso para controlar quién tiene permiso para acceder a la red y a qué recursos. Esto ayuda a prevenir accesos no autorizados y protege la información sensible.

Puedes utilizar un firewall para bloquear el acceso a sitios web o contenido no deseado. Esto ayuda a mejorar la productividad y a reducir la exposición a amenazas en línea.

Los firewalls modernos ofrecen protección contra una variedad de amenazas, como virus, malware, spyware y ataques de phishing. Esto ayuda a mantener la integridad de los datos y la seguridad de la red.

Los firewalls pueden detectar y prevenir intrusiones en tiempo real. Si se detecta actividad sospechosa, el firewall puede bloquear automáticamente el tráfico malicioso.

Si tu empresa utiliza redes inalámbricas, un firewall puede proporcionar una capa adicional de seguridad para proteger contra accesos no autorizados y ataques a través de conexiones Wi-Fi.

Los firewalls permiten monitorear el tráfico de red, lo que facilita la identificación de patrones inusuales o actividades maliciosas. Esto ayuda en la detección temprana de posibles amenazas.

Al establecer políticas de seguridad, un firewall puede ayudar a prevenir la pérdida no autorizada de datos confidenciales, protegiendo así la información sensible de la empresa.